Pollo frito

1. Ponga los trozos de pollo en un tazón grande. Cubra el pollo con agua hasta que alcance unos 3 centímetros de alto, agregue 1 cucharada de sal por cada litro de agua utilizada. Cubra y refrigere por lo menos 2 horas o toda la noche.

2. En un plato grande y profundo mezcle la harina, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, el pimentón y la pimienta de cayena hasta que estén bien mezclados; sazone generosamente con sal y pimienta. En otro plato combine con un tenedor la mantequilla y la salsa picante, sazone con sal y pimienta.

3. Escurra el pollo y seque. Drague las piezas en la mezcla de harina una por una. Luego sumerja en el suero de leche y drague de nuevo en la harina sazonada. Ponga a un lado y deje descansar mientras prepara el aceite.

4. Ponga alrededor de 10 centímetros de aceite en una sartén grande y profunda, no debe subir más de la mitad de ésta. Añada el tomillo, el romero, la salvia y el ajo con el aceite frío y caliente a fuego medio-alto hasta que el aceite registre de 175 a 185 °C en un termómetro clip-on para freír. Las hierbas y el ajo perfumarán el aceite con su sabor mientras el aceite se calienta.

5. Una vez que el aceite alcanza la temperatura deseada, añada con cuidado los trozos de pollo en lotes de 3 o 4 piezas a la vez. Fría girando las piezas una vez, hasta que estén doradas y bien cocidas, aproximadamente 12 minutos. El tiempo total de cocción debe ser de unos 30 minutos. Cuando el pollo esté listo, tome una espumadera grande y remueva los trozos de pollo y las hierbas de la sartén, sacudiendo tanto aceite como pueda, ponga encima de un trapo de cocina o toallas de papel para absorber el aceite. Espolvoree todo con sal y un polvo de pimienta molida negra. Repita con el pollo restante. Una vez que todo el pollo frito esté listo, disperse las hierbas y el ajo frito encima. Sirva caliente con rodajas de limón grande.